domingo, 27 de febrero de 2011

La berrea (uno de los momentos más emblemáticos dentro del parque de los alcornocales)



El amor hay que ganárselo y eso lo saben bien los ciervos. Este año se ha adelantado en algunas regiones el ritual que cada año enfrenta a los ciervos de nuestro país por ganarse el favor de las hembras, la conocida como Berrea, en la que el propósito último de la Naturaleza es ver nacer nuevas crías. Para garantizar el futuro de la especie, los machos compiten por el poder, la fortaleza y la jerarquía ante la observación atenta de las hembras.
Este es uno de aquellos espectáculos que no se deben perder y en España hay varios lugares a los que puedes ir. No es lo mismo contemplarlo, y escucharlo, en directo que visto por el televisor. Primero los sonidos guturales emitidos por los machos y las marcas que han ido dejando por todo el territorio avisando de su presencia al resto de competidores, tras ello los golpes en el suelo con las cuernas y por último la lucha, no sangrienta, para declarar a vencedor y vencido.

Todo el territorio nota el momento: las cortezas de los árboles no están, porque los ciervos han frotado sus cornamentas contra ellos para quitarse el terciopelo que las recubre; la tierra está levantada, porque los ciervos han orinado para marcarla; el resto de los animales están avisados, porque los ciervos berrean continuamente al poder y la hembra y ahuyentan a los machos.

La Naturaleza marca sus ritmos. Las hembras ya están preparadas para concebir y se tienen que asegurar de que los genes de quienes la monten den una generación sana y fuerte. El vencido volverá a intentarlo al año siguiente. El ganador tendrá un harén de hembras que tendrá que cubrir. Ocho meses más tarde nacerá un cervatillo, que no se despegará de la madre hasta el siguiente parto. Los machos, por su parte, volverán al bosque a pasar solos el invierno.

1 comentario:

  1. jejejeje si quieres ver bien la berrea ven a Castellar, aquí se ve perfecto, yo incluso desde mi cama escucho a los ciervos por la noche, la verdad que es un auténtico espectáculo! ... Saludos!

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